LOS ENTRENADORES DEL RIVAL

Australia ve en Postecoglou, su técnico, a su particular Guardiola

Por primera vez Australia tiene un técnico australiano. Y está funcionando. Lo primero que hizo al tomar fue prescindir de la vieja guardia en una decisión que generó mucho debate.

Ange Postecoglou, de origen griego como su nombre indica pero australiano desde que siendo un niño llegara al país, se ha convertido en la gran esperanza de que Australia pueda seguir creciendo a nivel futbolístico en los próximos años. El entrenador de los aussies llegó al cargo con la clasificación mundialista ya obtenida y tras sendas goleadas en partidos amistosos que costaron el cargo al anterior técnico, el alemán Holger Osieck.

Fue una decisión histórica, porque por primera vez Australia pasaría a estar dirigida por un técnico australiano. Y está funcionando. Han sido pocos meses de planificación mundialista, pero tienen muy contentos a los aficionados y analistas del país. Lo primero que hizo al tomar las riendas de la selección fue prescindir de la vieja guardia en una decisión que generó mucho debate. Fue algo parecido a lo de Guardiola con Etoo y Ronaldinho al llegar al Barça, pero en su caso con Schwarzer, Neill, Emerton o Kewell, futbolistas que parecían intocables pero que ya tenían una edad que les hacía rendir a menor nivel que el que su técnico pretendía para los socceroos. Sí mantuvo a otros dos que durante el Mundial han demostrado el por qué: Bresciano y Cahill. El primero ha sido de lo mejor en el centro del campo y el segundo marcó en los dos encuentros disputados hasta ahora.

Referencias. Postecoglou es un reputado técnico en Australia. Dirigió con éxito a South Melbourne en los 90 y repitió títulos y hazañas recientemente con Brisbane Roar. Su librillo se acerca más al de Guardiola que al de Mourinho, como él mismo se encargó de señalar en una entrevista con este diario, y esos métodos se notan dentro y fuera del campo.

Los jóvenes a los que ha potenciado para la absoluta en este Mundial (Ryan, Davidson, Leckie, Oar...) son el futuro de la selección australiano. Todos ellos apadrinados por un técnico al que no le tembló el pulso con las vacas sagradas.