Al borde del precipicio
El Hamburgo, que nunca ha perdido la categoría desde el lanzamiento de la Bundesliga en 1963, luchará este fin de semana por evitar el descenso automático.
"Deseo al Hamburgo lo mejor para la próxima semana y espero que pueda evitar el descenso", comentó Josep Guardiola este fin de semana. "Un club con tanta historia pertenece a la Bundesliga".
El entrenador del FC Bayern München habló por muchos aficionados después de que su equipo venciese por 1-4 al Hamburger SV este fin de semana, pero a pesar de esta simpatía generalizada, el HSV está al borde su primer descenso en sus 51 años en la máxima división germana.
Con una gran tradición, el equipo de noreste de Alemania es antepenúltimo a falta de una jornada, por lo que de continuar en esta posición se mediría en el play-off al conjunto que termine tercero en la segunda división. Ya no puede escapar de la zona de peligro incluso si gana el sábado al 1. FSV Mainz 05. Tiene al 1. FC Nürnberg a sólo un punto, e incluso el actual colista, el Eintracht Braunschweig, puede alcanzar el play-off.
El HSV es el único equipo que nunca ha perdido la categoría desde el lanzamiento de la Bundesliga en 1963, por lo que el descenso sería el punto más bajo en un declive que se ha acelerado durante esta campaña. En el curso 2009/10, el seis veces campeón alemán accedió a las semifinales de la UEFA Europa League un año después de haber alcanzado esta misma ronda en la Copa de la UEFA. Desde entonces, la suerte le ha dado la espalda al equipo.
Tres técnicos han pagado el precio por esta mala trayectoria (Thorsten Fink, Rodolfo Cardoso y Bert van Marwijk) hasta que Mirko Slomka fue nombrado en febrero. El optimismo llegó al club con el triunfo por 3-0 ante el Borussia Dortmund, pero fue un espejismo. El Hamburgo sólo firmó dos victorias más en los siguientes once partidos.
Sin embargo, nadie podrá acusar al Hamburgo de no darlo todo. El club recientemente tuvo la inusual decisión de traer a Joseph Kuhnert, que se describió a sí mismo como "un especialista de energía orgánica y la sanación espiritual", y aunque el movimiento causó sorpresa, el centrocampista Tolgay Arslan siente que el nombramiento ha tenido un impacto positivo. "Él envía energía positiva e hipnotiza. Te hace sentir tranquilo y te lleva en un viaje espiritual", afirmó Arslan.
El Hamburgo tendrá viajes más tangibles a pueblos como Aue, Sandhausen o Aalen si desciente, y después de haber perdido 20 de los 33 partidos no va a ser capaz de afirmar que tuvo mala suerte. De hecho, solamente el peor rendimiento del Núremberg y el Braunschweig hace que el campeón de la Copa de Europa en 1983 mantenga alguna posibilidad de disputar el play-off de descenso.
Desesperado por aprovechar la oportunidad, Slomka describió la derrota del fin de semana ante el Bayern como un punto de inflexión: "Mostramos nuestro gran deseo de lograr la salvación. Los tres equipos tenemos partidos complicados el próximo fin de semana pero sigue estando en nuestras manos alcanzar los play-offs. Esta tarde hemos hecho algunas cosas muy bien. Aún tenemos una oportunidad, eso es lo que cuenta".
El ambiente en el vestuario del Hamburgo mejoró después de las derrotas de sus dos rivales directos, tal y como explicó el joven Hakan Çalhanoğlu. "Todo ha ido como esperábamos. Ahora tenemos una final por delante. Es como la Champions League para mí", apuntó el prometedor centrocampista.
Con este sentimiento tan positivo quizás el trabajo del sanador espiritual del Hamburgo dará sus frutos después de todo.
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